Cuánto más fácil es prologar una obra de un buen y reconocido científi co y cuánto más difícil es hacerlo cuando esa obra es realizada por quien, además de esas cualidades, es un gran amigo a quien se respeta y admira por su capacidad intelectual, su esfuerzo permanente en el trabajo, su firme dedicación a la enseñanza y a la investigación y su desinteresada valoración de los colegas cuando así lo considera.

Estos conceptos no son el producto de una circunstancia sino el fruto de una relación de más de 20 años durante los cuales he podido ver y vivir cada una de las instancias señaladas. Pero esta relación no ha sido linealmente apacible desde el punto de vista profesional sino que, por el contrario, ha estado impregnada de largas y ásperas discusiones en las reuniones científicas cuando nos separaban y confrontaban ideas distintas sobre, por ejemplo, tratamientos o métodos diagnósticos de nuestra pasión común: la linfedematología,
como me gusta denominarla.

Ahora, hablemos del libro, ya que he sido honrado inmerecidamente para ese fin, pero no quise dejar pasar esta oportunidad, que, quién sabe, pueda ser la última, para dejar sobre el papel mi pensamiento sobre el Dr. José Luis Ciucci.

Diversos autores escriben sobre los múltiples aspectos que conforman la naturaleza del linfedema, en este caso de los miembros inferiores. El autor ha logrado el aporte de colaboradores eruditos en cada tema para el que han sido convocados – con alguna notoria excepción – y, como resultado, se ha obtenido una obra de gran utilidad, ya sea como libro de texto o como inestimable material de consulta.
El Dr. Ciucci ha preconizado desde hace varios años lo que él denomina “Tratamiento transdisciplinario del Linfedema” y, teniendo como base el Servicio de Flebología y Linfología del Hospital Militar Central, en Buenos Aires, ha divulgado intensamente los atributos del mismo.

En mi opinión, el autor continúa aquí ese trazo dominante en su postura y ha ido engarzando inteligentemente tema sobre tema en un andamiaje arquitectónico ad hoc que optimiza brillantemente aquel objetivo de expansión conceptual.

Un párrafo aparte merece todo lo vinculado a la anatomía del sistema linfático. Soberbia iconografía y una privilegiada excursión que nos crea la fantasía de navegar por la linfa asidos a macroproteínas que transitan a través de ganglios cuyos nombres, mágicamente,
ya conocemos porque el Dr. Ciucci nos los enseñó tantas veces.
En resumen, una magnífico trabajo..